En el presente artículo se habla sobre el subdesarrollo en nuestra región y se hace una serie de cuestionamientos sobre las razones de porque Latinoamérica aún no alcanza un alto desarrollo económico en comparación a otras regiones desarrolladas, se hace un enfoque en el caso de Colombia, en el que se indaga sobre la incidencia de las políticas internas en su situación económica y se concluye con una serie de recomendaciones sobre posibles soluciones a esta problemática.
El crecimiento económico es el principal objetivo de todos los gobiernos y de las instituciones económicas y este no es más que el aumento en el valor de la producción de los bienes y servicios elaborados en un país; para medirlo se usa principalmente la variable denominada PIB (Producto Interno Bruto).
A simple vista se puede suponer por lógica que si un país alcanza un alto PIB en un periodo determinado de tiempo, hay una mayor disposición de que las personas también mejoren sus condiciones de vida, pero no siempre ocurre de esta forma, pues para tener una idea más completa de la situación económica de un país se debe tener en cuenta también un concepto denominado desarrollo humano, el cual se refiere a la mejora no solo desde el punto de vista cuantitativo sino al acceso de la población a una educación de calidad, vida prolongada y saludable, saneamiento básico, vivienda digna, acceso a los servicios públicos etc, lo que configura la satisfacción de las necesidades básicas.Un ejemplo de esta situación se dio en los años 50 del siglo pasado en donde muchos países subdesarrollados alcanzaron alto crecimiento económico igual al de países desarrollados, sin embargo este crecimiento no se reflejó en la calidad de vida de sus habitantes quienes seguían en la pobreza.
El crecimiento económico es una condición necesaria para el desarrollo económico, pero no es la única; esto se debe a que pese que un país obtenga un PIB anual elevado no garantiza el bienestar de la población, puesto que el principal problema está como lo ha expuesto el economista Amartya Sen, en la distribución de la renta, la cual no se hace de forma equitativa y su argumento se fundamenta en que la causa de la pobreza no está en la falta de recursos suficientes sino en la falta de accesibilidad a estos recursos. De allí que haya formulado para el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo un indicador llamado Índice de Desarrollo Humano (IDH) con el cual se busca una medición del desarrollo más amplio que la del PIB.
Algunas características del subdesarrollo
Todos los países en vías de desarrollo tienen en común tres elementos que son las principales características de su situación económica.
- baja renta: el grueso de la población en estos países no tiene un empleo formal y sobrevive con algo más de un dólar diario por lo cual no tienen acceso a vivienda digna, servicios de salud, alimentación adecuada, etc.
- Expectativa de vida baja: producto de lo expuesto anteriormente, y a un pésimo sistema de salud, en el que las personas mueren incluso por enfermedades ya erradicadas hace muchos años, además de la falta de agua potable, una elevada mortalidad infantil, y la desnutrición de la población principalmente la infantil.
- Bajo acceso a la educación: Aunque según la ONU en los últimos años ha aumentado el acceso a la educación en un 10%, según la UNESCO todavía existe aproximadamente 263 millones de niños y jóvenes sin acceso a la educación.
Desde el punto de vista económico, tenemos que los países subdesarrollados dependen mucho del sector primario de la economía, siendo su principal ingreso el producto de la renta, es decir, presentan una fuerte oferta de recursos naturales los cuales casi siempre son aprovechados por las grandes multinacionales que obtienen los mayores beneficios del comercio internacional, ya que suelen controlar la explotación de esos bienes producidos en el Tercer Mundo. La productividad es casi nula además de la escasa tecnología, traducido esto en altas tasa de desempleo, y baja cualificación. Los agentes económicos de mayor potencial en estos sectores son en su mayoría las empresas extranjeras; las pequeñas y medianas empresas nacionales no representan un mayor porcentaje en la función económica y el sector público se caracteriza por la corrupción y el mal gobierno.
El subdesarrollo en nuestra región
En la historia siempre ha existido un fenómeno de desigualdad en el que pocas regiones y países gozan de una alta calidad de vida y otros no; estos países desarrollados cuentan con gran tecnología, grandes empresas, ingresos percápita (por persona) elevados y el Estado garantiza a sus habitantes educación de calidad, salud, vivienda, saneamiento básico, empleo, etc. Además la desigualdad entre las clases sociales no es tan abismal como la de nuestra región latinoamericana.
Pero, porqué estos países llamados industrializados o desarrollados alcanzaron estos niveles de calidad de los que hoy gozan y Latinoamérica no?,
Por qué el proceso de crecimiento industrial y el desarrollo de Europa Occidental, EE.UU y Japón no se ha extendido a otras naciones o regiones, proceso que debería suceder naturalmente.
Por qué, Los Estados Unidos de Norteamérica son una potencia mundial y la mayoría de países suramericanos son tercermundistas?.
En el caso particular Norteamericano, fueron varios los factores que le permitieron industrializarse, un proceso que iniciaron a los pocos años de lograr su independencia. Entre los principales factores están que su sistema político federal se afianzó y predominó siempre la ley, no hubo dictaduras, caudillismos, ni luchas civiles que retrasaran el desarrollo como ocurrió en nuestra región latinoamericana. Desde la época colonial ha existido una tradición comercial, artesanal y de inversiones en las clases dirigentes norteamericanas; por otro lado hubo gran inmigración de europeos, lo que proporcionó una gran mano de obra, además este país cuenta con gran abundancia de recursos naturales para desarrollar industrias como las de tejido, hierro, madera, construcciones, materias primas. Incluso en la misma población Norteamérica existe una mentalidad arraigada en su cultura que reza que si se trabaja duro se puede alcanzar un alto nivel de bienestar, de allí que siempre se refieren a su nación como el país de las oportunidades, donde según las estadísticas el norteamericano promedio pasa de un nivel social a otro mejor aproximadamente en menos de 10 años, tienen una capacidad única de pasar de quienes no tienen nada a quienes adquieren posesiones.
Por otro lado, Latinoamérica tiene una población aproximada de 609.766 millones de habitantes, con un índice de crecimiento demográfico que es el más alto de las principales regiones del mundo, cuenta con reservas petroleras, mineras, madera, hidrografía, tierras agrícolas; debería ser capaz de mantener cómodamente a todo la población, pero no es así.
No es de extrañar que el científico Alemán Alejandro Von Humboldt, dijera que Iberoamérica “Era un mendigo sentado sobre una montaña de oro”[1] (Herrera F. , 1969). Es absurdo pensar que nuestra región se vea obligada a importar casi mil millones de dólares anuales para evitar que sus habitantes mueran de hambre; se necesita cuando menos 30 millones de viviendas para aliviar apenas la escasez actual, o que hay lugares en donde el ingreso familiar es apenas 100 dólares al año, cuando en un país industrializado este ingreso está entre mil y dos mil dólares.
Una característica en común entre las naciones industrializadas es que tienen una integración regional sólida y activa, pues estas regiones desarrolladas como Europa y Norteamérica hace mucho tiempo entendieron que el progreso social y económico están estrechamente relacionados.
En el caso puntual norteamericano, “Los 13 antiguos Estados de la unión americana estaban tan divididos cuando obtuvieron su libertad hace 200 años como lo están actualmente las repúblicas latinoamericanas, Pero luego, en Filadelfia, acordaron fundir sus diferencias en una singular constitución que ha sido catalogada como el primer convenio para establecer un mercado común en el mundo. De ahí surgió la unión de 50 Estados que es hoy la más grande, fuerte y próspera unión aduanera y comercial del mundo… Estados Unidos constituye el ejemplo de cómo las diferencias pueden fundirse en un solo mercado para el bien general. Gracias a ello, gozan hoy de un nivel de vida sin paralelo”[2] (Herrera F. , 1969).
Nuestra región está poco industrializada y no tiene un sistema financiero consolidado, además, a nivel externo se deben fortalecer mucho más las relaciones económicas con los países que la integran, con acuerdos económicos conveniente a las necesidades de cada país.
Se necesita dinero para construir escuelas, casas, hospitales, carreteras y este no está “debajo del colchón”, se debe propiciar también a nivel interno con el fortalecimiento y desarrollo de la industria, la producción y el comercio, recordemos que la actividad económica está dividida en sectores económicos y cada sector se refiere a una parte de la actividad económica, cuyos elementos tienen características comunes; de allí que se debe alcanzar un desarrollo aceptable de los sectores secundario y terciario de la economía.
El caso Colombiano
Para el caso particular de Colombia tenemos que uno de los avances sociales más importantes de la Constitución del 91 estuvo en la proclamación de los derechos fundamentales a la salud, educación, vivienda digna y el empleo, así como la ampliación de las transferencias de gasto social a los municipios. “Así el mensaje central estuvo en la norma que ordenaba incrementar progresivamente las transferencias regionales para salud, y educación hasta atender adecuadamente las necesidades… la realidad evolucionó al revés. Las transferencias para salud y educación se limitaron…los municipios carecen de los medios para realizar un gasto público de derechos fundamentales focalizado y fiscalizado. La política pública contribuye a moderar la pobreza, pero no mejora la posición relativa de los pobres”[3] (Espectador, 2011). Según lo anterior las políticas impulsadas por el mismo Estado muchas veces van en contravía de lo que sugiere la carta magna y es que desde los últimos gobiernos en el país se ha recortado el presupuesto de educación y salud, para adicionarlo al de gasto militar, lo que va en detrimento principalmente de los municipios, ya que si analizamos las finanzas de estos tenemos que sus ingresos tributarios están representados básicamente por el impuesto predial, industria y comercio, y sobretasa a la gasolina, los cuales también regula el gobierno y que cada vez se debilitan pues cada año se van reduciendo.
Entonces cabe señalar que en nuestro país no hay una verdadera garantía de los mecanismos que protegen a quienes no pueden tener un techo, ropa o comida, pues la renta está concentrada y mal distribuida, y esto se debe principalmente a cuatros factores que contribuyen hacer esta problemática cada vez mayor, estos son:
- Los impuestos: Son el principal mecanismo que tiene el Estado para transferir recursos de los más pudientes a los más necesitados; solo lo pagan unos pocos y la gran mayoría no contribuye.
- La corrupción: El asalto a las arcas del Estado por parte de funcionarios públicos, políticos, contratistas, etc y que ha emergido luego de que la guerra pasara a un segundo plano con la firma de los acuerdos de paz. Un ejemplo de esto son las pensiones otorgadas a los congresistas, cuyo monto es 40 veces un salario mínimo y cuya plata sale del bolsillo de los contribuyentes y los numerosos casos que se han develado en los últimos años como el de Agro Ingreso Seguro, el carrusel de la contratación, Interbolsa, Saludcoop, y los más recientes Reficar y Odebretch, las irregularidades con las regalías de Córdoba y la Guajira, etc.
- Políticas Públicas: La mayoría de políticas públicas tendientes a acabar con la pobreza son asistencialistas, es decir el otorgamiento de subsidios a los sectores de la población más vulnerables y que necesariamente no se significa una verdadera inclusión social, pues de acuerdo con la CEPAL la desigualdad, medida por el coeficiente de Gini en donde 0 es total igualdad y 1 total desigualdad, en nuestro país está en 0,55 lo que indica que es uno de los más desiguales de la región.
Con estas políticas no se busca una solución de fondo, sino que es como ponerle “pañitos de agua tibia” al problema, y esto pasa porque que a muchos dirigentes políticos no les interesa que los pobres dejen de ser pobres.
- Educación: El otro factor, es que los gobiernos no han entendido que el verdadero pasaporte para que los pobres dejen de serlo es la educación, la relación entre el nivel de educación y la riqueza de un país es directamente proporcional, entre más educación, habrá mayor riqueza; es en este punto donde el Estado debe concentrar sus esfuerzos y recursos, pero a cambio de ello, el gobierno ha venido recortando cada vez más el presupuesto de educación para invertirlo en gasto militar. Antes de la firma de los acuerdos de paz teníamos lo siguiente:
PGN: DEFENSA Y EDUCACIÓN
Año | Defensa | Educación |
2012 | $23,8 billones | $22 billones |
2013 | $26,9 billones | $24,8 billones |
2014 | $27,7 billones | $27,2 billones |
Tabla de elaboración propia con datos del Ministerio de Defensa y Educación.
Lo anterior ha conllevado a que la mayoría de los municipios del país no tengan una economía sostenible que le asegure bienestar y una alta calidad de vida a sus habitantes, no cuentan con empresas, presenten altas tasas de desempleo, hay bajo nivel de educación superior, lo que se traduce en la baja cantidad de personal capacitado e idóneo para el emprendimiento y la creación de empresas sustentables, que vayan acorde con las principales actividades economías de estos.
Entonces, es posible lograr alcanzar un verdadero desarrollo económico desde lo local hacía lo nacional?. Si se quieren lograr avances significativos en la economía hay que empezar a invertir más en capacitar el talento humano y fortalecer las instituciones estatales. Teniendo en cuenta que las políticas públicas apuntan al crecimiento continuo y sostenido de la economía de modo que los países en vía de desarrollo se hagan países desarrollados. El proceso de desarrollo económico supone ajustes legales e institucionales que son hechos para dar incentivos para fomentar innovaciones e inversiones con el propósito de crear un sistema de producción eficiente y un sistema de distribución para los bienes y los servicios.
De allí que en miras a que los municipios fortifiquen sus recursos propios se deben proponer estrategias de desarrollo local sustentable a través de la participación de los agentes públicos y privados que lo conforman ya que según las naciones Unidas “hay que seguir trabajando en la divulgación de la importancia de los gestores locales en la solución de la problemáticas económicas, sociales y ambientales a nivel local y global”[4] (Dowdeswell, 1993 ).
Por lo anterior, es pertinente que quienes llevan las riendas de la administración pública en todos los niveles territoriales del país, comiencen una reforma de las instituciones que responda a un modelo de gestión articulador de las demandas de la sociedad; se incentivar el desarrollo económico local, impulsando la participación del sector privado, las asociaciones público-privado; la articulación y el estímulo de la participación comunitaria en la definición e implementación de las políticas de gestión local; el desarrollo integrado del municipio como estructura físico funcional y espacio social, garantizando la mejor calidad de vida mediante procesos sustentables y equitativos. (Banco Mundial, 1999, p. 3).
Se debe tener la visión de que las inversiones municipales se focalicen en mejorar los determinantes de la competitividad territorial; y las inversiones privadas se concentren en producir, generar empleos, mejorar la productividad; se debe identificar e impulsar nuevos “motores” económicos que ayuden a mejorar la actividad productiva, el empleo y la riqueza en el municipio.
Promover una mejora en la competitividad territorial. Es decir, que se proponga un conjunto de políticas e inversiones público-privadas que permita aprovechar las oportunidades que se puedan presentar. Si se mira a otros municipios más desarrollados, tenemos que la economía es más fuerte porque hay mejores condiciones para invertir. Es decir, hay más trabajadores capacitados, mejores carreteras, más acceso a los servicios públicos básicos, los cuales funcionan de manera apropiada y a más bajo costo, también hay posibilidad de obtener créditos productivos.
Existen alianzas entre microempresas de un mismo sector para producir de manera coordinada y con la mejor calidad posible; es hora de que nuestros dirigentes revisen temas como las inversiones municipales, las cuales “pueden orientarse entonces a fortalecer los factores de crecimiento económico; los que aumentan la productividad y competitividad de las empresas y de los productores individuales”. Las inversiones privadas pueden utilizar esos factores (recursos humanos, infraestructura, servicios) mejorados para aumentar su producción, elevar su productividad y ser más competitivos en el mercado.[5] (Escoto, 2008).
Las inversiones y ejecuciones presupuestales deben estar enfocadas a invertir en infraestructura básica y económica, crear espacios públicos para la ubicación de empresas, apoyar la instalación de sedes universitarias e institutos tecnológicos, promover las iniciativas para mejorar los niveles de educación, formación y capacitación, pero para ello tenemos que empezar por algo muy sencillo y es el cambio de mentalidad, la cual hace que cada vez estemos más lejos de salir del subdesarrollo.